Saber inglés es una obligación: para encontrar trabajo, para mejorar profesionalmente, para viajar, etc. No vamos a incidir aquí en su importancia hoy en día, especialmente en el mundo laboral, porque todos lo sabemos y/o lo hemos sufrido.
La gran mayoría de currículums en nuestro país incluyen el famoso “nivel intermedio” de inglés, lo que en la práctica se traduce en “tengo el nivel de inglés que aprendí en el colegio o en el instituto”.
Pero ¿qué ocurre cuando finalmente te tienes que enfrentar a una entrevista de trabajo en inglés? ¿O cuando te pasan una llamada de teléfono de un cliente de Boston o tienes que mandar un email a un proveedor chino?
Plantéate la siguiente pregunta: ¿podrías mantener una conversación fluida en inglés en un entorno laboral con tu “nivel intermedio”? ¿Te sentirías cómodo y con confianza en ti mismo? Si la respuesta es no, entonces ha llegado la hora de aprender inglés de una vez por todas.
¿Qué curso de inglés elijo?
Para elegir un curso de inglés tienes que valorar varios puntos importantes:
- Curso online, presencial o semipresencial. Dependerá de tus circunstancias personales, económicas, laborales, cargas familiares, etc. Si no dispones de mucho tiempo para dedicar al curso, es preferible que optes por un curso online.
- Contenido del curso. Debes tener en cuenta que el curso que elijas incluya temas variados y actuales, con actividades para trabajar todas las macrodestrezas del idioma: writing, speaking, listening y reading.
- Además, este curso ha de contar con herramientas de comunicación para estar en contacto directo con tu tutor/a y con tus compañeros/as: chats, foros, correo, etc. y ofrecer un apoyo constante e individualizado de un/a tutor/a especializado en la enseñanza del inglés.
- Para poder ser consciente de tus progresos, el curso debe incluir un sistema de evaluación a lo largo de todos los contenidos del mismo, con la posibilidad de poder repasar aquellas partes en las que no has alcanzado los objetivos propuestos.
- Mediante una prueba de nivel previa al comienzo de la acción formativa podrás saber qué curso se ajusta a tus necesidades y expectativas: A1, A2, B1, B2, C1 o C2.
¿Nivel A1, A2, B1, B2, C1? ¿Qué significa esto?
Seguramente habrás oído B1 o A2, pero no tienes muy claro qué son estas letras y números. Son los niveles establecidos por el MCERL (Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas) del Consejo de Europa. Este marco europeo mide en seis niveles el dominio de un idioma (no solo el inglés, sino para todos y para toda Europa).
Cada nivel describe todas las habilidades, destrezas y tareas que se deben dominar para estar en ese nivel. El saber qué nivel lingüístico tienes en ese idioma te servirá para autoevaluarte y para demostrar tu nivel de inglés ante las empresas, universidades, etc.
Ya he terminado mi curso de inglés. ¿Y ahora qué?
No es suficiente con tener un nivel determinado del MCERL, hay que certificarlo de alguna manera para que tenga validez oficial ante instituciones y empresas.
¿Cómo puedo certificar mi nivel de inglés?
Hay muchas instituciones en las que puedes hacer un examen para certificar tu nivel: Escuela Oficial de Idiomas, la Universidad de Cambridge, exámenes del London Trinity College, IELTS, APTIS del British Council, etc. Algunos de estos exámenes solo certifican si tienes un nivel concreto o no, es decir, si los suspendes, no certificas ningún nivel.
Otros exámenes son graduados, es decir, abarcan varios niveles en el mismo examen, van progresando de actividades más sencillas a las más difíciles, y, según la puntuación que saques, ese es el nivel que te certifican. De entre ellos, vamos a destacar el APTIS, del British Council, por ser el más sencillo y el más económico. Analizaremos este examen con más detalle en próximas entradas del blog.
Ahora, responde a la pregunta con la que comenzábamos: ¿realmente necesitas hacer un curso de inglés? Si tu respuesta ha sido sí, esperamos que te haya resultado útil este artículo.